Bolívar Echeverría: ethos barroco, valor de uso y utopía

Autores

  • César Miguel Salinas Ramos UNIVERSIDADE DE OURO PRETO

Palavras-chave:

Valor de uso. Ethos. Barroco

Resumo

El filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría desarrolla el marxismo crítico latinoamericano, partiendo de la contradicción valor de uso y valor de cambio, esta contradicción en los tiempos del capitalismo contemporáneo significa generar un ethos concreto y particular que nos permita vivir objetiva y subjetivamente. El filósofo encuentra distintas modernidades que aparecen al momento en que las diversas sociedades asumen y viven la contradicción que nos plantea la hegemonía capitalista: modernidad realista, romántica, clásica y barroca. Siendo esta última el tipo particular en que las sociedades latinoamericanas vivimos el capitalismo contemporáneo, configuración producto del devenir histórico singular de nuestras sociedades, mirada que indaga sobre nuestro ser y nuestras posibilidades emancipadoras.

Biografia do Autor

César Miguel Salinas Ramos, UNIVERSIDADE DE OURO PRETO

César Miguel Salinas Ramos, graduado en Sociología y Ciencia Políticas por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, actualmente maestrante en Estética y Filosofía del Arte en la Universidad Federal de Ouro Preto, becario del Programa de Alianzas para la Educación y la Capacitación Becas Brasil (PAEC), otorgada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Grupo Coimbra de Universidades Brasileiras (GCUB) 2017. Participante de organizaciones campesinas y colectivos urbanos del Ecuador, analista en varias instituciones estatales y técnico-docente en la Universidad Salesiana del Ecuador.

Referências

examen crítico al que es sometida la apariencia de la riqueza en la sociedad capitalista; examen que vuelve necesario cuando el discurso teórico crítico debe atravesar y problematizar el campo conceptual que se genera espontáneamente en la “esfera ruidosa y superficial” de la circulación mercantil capitalista con el fin de elaborar un saber revolucionario sobre esa riqueza social, en tanto que es ella el eje en torno al cual gira todo comportamiento político de la sociedad. (Echeverría, 1988, p. 66)

Solo un vir obscurus que no ha entendido ni una palabra de El Capital puede concluir que, en [mi] obra, el valor de uso no desempeña ningún papel”, y agrega: “En mi teoría, el valor de uso desempeña un papel importante de un orden totalmente diferente al que ha tenido en la Economía anterior” (Marx, 1976, p.177).

en última instancia, un conflicto permanente entre la dinámica de la ‘forma social-natural’ de la vida social y la dinámica de la reproducción de su riqueza como ‘valorización del valor’ – conflicto en el que una y otra vez la primera debe sacrificarse a la segunda y ser subsumida por ella. (Echeverría, 2011, p. 132)

Este primer principio o lógica es aquel que Marx llamó “natural”, que sería transhistórico o propio de toda comunidad humana concreta, principio que promueve estructurar el mundo de la vida en torno a un telos definido cualitativamente. Actúa desde el valor de uso de las cosas, desde su consistencia y disfrute práctico (en este sentido se despliega una sensualidad particular en relación con los otros). Y un segundo principio estructurador de la vida moderna, propio de los últimos siglos de la historia, clon abstracto o doble fantasmal de la subjetividad o la voluntad social, el valor mercantil de las cosas, automatizado valor-capital, o proceso de acumulación. Existe en referencia a la consistencia y despliegue cualitativo de las cosas, que se produce en abstracto, que pretende estructurar el mundo de la vida en torno a un telos cuantitativo, siempre inalcanzable del incremento por el incremento mismo, el progreso. En la actualidad, el principio estructurador capitalista posee la fuerza suficiente para subsumir al principio social-natural, subordinándola. (Echeverría, 2002)

una determinada ‘situación límite’ a la que ha arribado un determinado proceso de reproducción del sujeto social; una situación tal que el mantenimiento de la vida de este sujeto social – una vida históricamente formada o determinada- se vuelve, de alguna manera, imposible. (Echeverría,1986, p.144)

la multiplicidad dinámica y unitaria de identidades […] que en la actualidad se debería a la presencia simultánea, en todo el conjunto de la población, de distintos estratos y niveles históricamente sucesivos, de actualizaciones o realizaciones de diferentes lógicas de comportamiento, estratos o niveles que se conformaron en diferentes experiencias históricas sucesivas de la población […], y que fueron así dejando en ella esos diferentes proyectos y esbozos de identidad. (Echeverría, 2008, p 197)

la existencia práctica de todas las cosas consiste en desarrollar un ethos o comportamiento espontáneo capaz de integrarlo como inmediatamente aceptable, como la base de una ‘armonía’ usual y segura de la vida cotidiana” (Echeverría, 2011, p. 137).

“por su carácter afirmativo no sólo de la eficacia y la bondad insuperables del mundo establecido o ‘realmente existente’, sino de la imposibilidad de un mundo alternativo” (Echeverría, 2011, p. 132).

“El ser humano entiende su propia existencia como una transcurrir que se encuentra, tensado como la cuerda de un arco, entre lo que sería el tiempo cotidiano y lo que sería el tiempo de los momentos extraordinarios; entre el tiempo de una existencia conservadora, que enfrenta las alteraciones introducidas por el flujo temporal mediante una acción que restaura y repite las formas que han venido haciéndola posible, y el tiempo de una existencia innovadora, que enfrenta esas alteraciones mediante la invención de nuevas formas para sí misma, que vienen a sustituir a las tradicionales” (Echeverría, Juegos, arte y fiesta, 2002).

“por ser decorativo no es decir todo. Lo barroco es ‘decorazione assoluta’: como si se hubiese emancipado de todo fin y hubiese desarrollado su ley formal. Ya no decora algo, sino que es decoración y nada más”. (Adorno, 2004, p. 461).

La relación entre arte, ethos y utopía se debe a “su carácter político no se debe a que aporte al proceso cognoscitivo pro-revolucionario, sino al hecho de que propone un comportamiento revolucionario ejemplar. El nuevo arte crea «una demanda que se adelanta al tiempo de su satisfacción posible»; ejercita a las masas en el uso democrático del «sistema de aparatos» - el nuevo medio de producción – y las prepara así para su función recobrada de sujetos de su propia vida social y de su historia.” (Echeverría, Juegos, arte y fiesta, 2002)

afinidad formal de estas sociedades y el principio del arte barroco descrito, afinidad que se repite una y otra vez por determinadas constantes históricas de la reproducción de su mundo vital” (Echeverría, 2008, p. 159).

“Europa, volvía la espalda a sus propios adelantados en América y la precaria América europea […] entraba en un proceso de regresión indetenible” (Echeverría, 2008, p. 160).

“en la parte baja y en la periferia de ellas […] allí donde una buena parte del último décimo restante de la población indígena debía continuar su existencia”, incluido la interacción con la población afrodescendiente que arribó al continente esclavizada, “la estrategia de comportamiento autoafirmador de identidad que se esboza y se desarrolla espontáneamente entre la población indígena […] imprimir y cultivar una manera propia (…) de revitalizar las formas civilizatorias europeas” (Echeverría, 2008, p. 161)

“se despoja de su identidad central de los contenidos concretos elaborados históricamente a partir de su forma, se queda solo con esta y recobra su identidad perdida, metamorfoseada ahora en los contendidos de la identidad europea a la que insufla una nueva vida”. (Echeverría, 2008, p. 162)

los indios citadinos de América imitan a su muy peculiar manera las formas técnicas y culturales europeas […] son indios que representan el papel de no indios, de europeos, y que no están en capacidad de volver a ser indios a la manera a la que lo fueron antes de la conquista. Son actores para quienes el mundo representado se ha vuelto más real que el mundo real por que la realidad de éste se ha desvanecido: actores de una missinscena assoluta obligada. (Echeverría, 2008, p. 162)

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Publicado

2019-09-23